Es la inteligencia de la fe. Es decir, un discurso sobre la experiencia de fe que construye una comunidad creyente con el propósito de “entender” o “entenderse a sí mismo” para “hacerse entender” y dar cuenta de su opción, compromiso y estilo de vida ante quienes no comparten sus creencias o para transmitirlas a quienes comparten la fe.
Para el padre Gustavo Gutiérrez, la Teología promueve una reflexión crítica sobre la praxis histórica a la luz de la fe. Es decir, es una forma de inteligencia no para la simple afirmación de verdades, sino para inspirar y orientar un compromiso y una postura ante la vida, cuyo fundamento es la caridad, aquel amor que da sustento y plenitud a la fe, y que se vive en la entrega al otro.